domingo, 4 de diciembre de 2016

Orillas: Ibarra-Castañeda

El Chango Ibarra (el músico) y Fabricio Castañeda (el autor de las letras) acaban de parir una obra que es, en apariencia, un disco. Digo “en apariencia” porque la imagen que se desprende de “Orillas” es la de una llave mágica que sirve para encender en amigable vuelo un aparato artístico, una especie de nao, quizá como la imaginada por José Saramago en su novela “Memorial del convento”. Una estructura de arte que viene a posarse sobre el corazón de Gualeguay, la ciudad/río, el sábado 10 de diciembre en Barrio Norte (21.30 hs.). Hablo de una suma de voluntades, y de una suma de sintonías artísticas. El músico y el letrista nacieron un disco: música y escritura, pero ese disco se transforma en noche de recital y presentación en sociedad, y todavía más, esa misma noche es velada para bailarines, y aún más, es tiempo para una muestra de artistas plásticos. Todo en directo, y todos formando el mecanismo de la nave alumbrada después de la llave mágica creada por estos dos trabajadores de la cultura: Ibarra y Castañeda. Este convite al arte de muchos, los aleja de los territorios donde transita el egoísmo, y los acerca, por lo tanto, al quehacer poético del otro.
Castañeda cuenta detalles del “mientras tanto” de Orillas: “El Chango tenía algunas melodías en la cabeza y yo algunas letras, empezamos a charlar y a hacer algunos temas. Fue luego que pensamos en una obra integral con un hilo conductor. Trabajamos en más de 20 temas, y quedaron 15. Los temas tienen que ver con Gualeguay, el río y su gente, los trabajadores y sus creadores, y los oficios, algunos casi desaparecidos. Me gusta, cuando escribo, pensar en el cantor, pero esta vez el Chango sugirió intérpretes, que nos gustaron mucho, y yo me encargué de la mayoría. Siempre charlamos y nos pusimos de acuerdo, yo tenía contacto con algunos de los convocados por mi disco anterior: Milongas Borgeanas. Pero hubo el caso de Mario Suárez, cantor de Villaguay, que no lo conocíamos personalmente, y que terminó cantando tres temas. Con Chango nos manejamos en libertad, los dos atentos a las modificaciones posibles, atentos a escuchar, porque también están las sensaciones del cantor, la opinión de los músicos sobre los arreglos. Incluso hay un tema ‘Qué extraño lo que quedó’, que es una idea de Chango que no sabía cómo plasmar en una letra, y entonces la trabajé. Estuvimos de acuerdo con el resultado. La canta Juan Villarreal. Chango venía a casa con la guitarra y me enseñaba sus músicas, y empezábamos a imaginar los temas. La sensación es que el trabajo fue fluyendo, y logramos hasta algo superior a lo imaginado”.
Yamila Cafrune y Chango Ibarra
En referencia a los artistas plásticos, Fabricio refiere: “Se invitó a colaborar a los plásticos, no podíamos pagar las obras, así que la invitación era para aportar la obra, que es del autor, para la muestra. Invitamos artistas amigos, todos aceptaron. Se involucraron; a los que pudimos fuimos a visitarlos con el Chango y la guitarra para cantarles el tema. Trabajaron con distintas técnicas. Hay un hombre, Jorge Imán, con más de 80 años, anda con problemas en la vista y hacía años que no tallaba, y sin embargo, quiso hacerlo y está su obra. A Atilín Daneri, artista que hacía tiempo no pintaba, le tocó ‘Poblador de Puerto Ruiz’, ella fue varias veces al Puerto a sacar fotos, a hablar con la gente; o el trabajo de Martín Lucero, que hizo el tema ‘Ramoncito Muñoz, El angelito del monte’, que investigó entre los familiares del chico. Todos se comprometieron, y todos los artistas van a estar el día de la presentación. La diseñadora del disco es Gisela Beer, también se sumó con muchas ganas al trabajo: escuchó los temas en directo, habló con los intérpretes, un compromiso integral”.
Fabricio Castañeda y Pepo Ogivieki
A continuación el orden de los temas con su intérprete, el artista plástico y la técnica utilizada: 1.Puente viejo (María Graña) (Cristina Gómez) (acrílico) / 2.Artesano de tu río (Agostina Pagella y Damián Lemes) (Jorge Imán) (talla en madera) / 3.Poblador de Puerto Ruiz (Mario Suárez) (Atilín Daneri) (óleo) / 4.Ramoncito Muñoz, “El angelito del monte” (Esteban Sarlenga) (Martín Lucero) (lápiz acuarelable) / 5.Orillas (Jacqueline Sigaut) (Quita Piquet) (óleo) / 6.Encuentro (Karina Beorlegui) (José Espinoza y Pablo Jofré) (fileteado) / 7.La tregua (Esteban Sarlenga) (Juana Saldaña) (mosaiquismo) / 8.Tres besos (Yamila Cafrune) (Liliana Khoury) (collage sobre acrílico) / 9.Zamba para Helvecia (Juan Villarreal) (Néstor Medrano) (técnica mixta) / 10.Estación Dolores (Marilina Mozzoni) (Juancho Montefiori) (plumín y tinta) / 11.Angustia (Hernán “Cucuza” Castiello) (Carla Bur) (tinta y óleo pastel sobre papel madera) / 12.Qué extraño es lo que quedó… (Juan Villarreal) (Evangelina Pérez) (acrílico) / 13.Peón islero (Mario Suárez) (Marta Líbano) (acrílico con espátula) / 14.Gurisito pescador (Mario Suárez) (Julia Benítez y Malena Albornoz -Cooparte-) (mural pictórico) / 15.Dulces sueños, Agustín (Marilina Mozzoni) (Facundo Lesso) (acrílico).
Junto a María Graña
Chango Ibarra habla de Orillas en el estudio de grabación: “Sin dudas todos los discos son un aprendizaje, más para mí que he aprendido de los procesos haciendo discos. Orillas tiene la particularidad de ser un disco de canciones donde el autor y el compositor no cantan sus propias canciones, y eso ya es un desafío interesante, no solo por coordinar diez cantoras y cantores, y los horarios, también porque el bautismo de la canción se hizo en el estudio y con la voz y la interpretación de cada uno de los artistas. En ese sentido fue revelador y planteó una consigna: cada cantor o cantora elige la que entiende que es, en ese momento, su  mejor interpretación, y con esa nos quedamos. Ha sido un placer descubrir en el estudio las voces de tantos, y encontrar, desde la técnica, la manera de captar fielmente lo que salía de cada uno; eso no es tarea fácil, así que el trabajo de los técnicos Marcelo Suraniti y Gabriel Biuso ha sido impecable. A la hora de los músicos, pudimos contar con una base de lujo: Raúl Gutta en la batería y percusión, Javier Ordoñez en el bajo, Tato Ibarguren en bombo legüero, y Ángel Ponce en el acordeón. La sonoridad del acordeón predomina en el disco, y de forma majestuosa de la mano de Ángel. También tenemos de invitado a Ovidio Velázquez en piano. Gracias a Gabi Biuso sentamos otra consigna: somos personas tocando nuestros instrumentos, entonces, tienen que estar las respiraciones, los cambios de registro del acordeón, las sonoridades extras que se generan en la guitarra, etc., siempre pensando en la música, obviamente, y no entendiéndonos como máquinas;  lo demás puede hacerlo algún instrumento virtual. Eso ha hecho que sea una música viva, y que el proceso haya sido muy divertido, intenso y descontracturado”.
Chango y Fabricio
Descubriendo caminos, cuenta el Chango: “Trabajar con las letras de Fabricio me llevó a lugares impensados; lo digo por cómo estaban construidas, si bien hay una zamba y una chacarera que llevan una estructura bien definida, con el resto me manejé con mucha libertad a la hora de no atarme a estructuras preestablecidas como estrofa, estrofa, estribillo. Eso hizo que me fuera siguiendo cada palabra hasta llegar a resultados de canciones que se cantan una sola vez como si fueran casi poema; otras con algunas partes instrumentales al principio y al final; también canciones que se van sucediendo sin repetir partes, tratando de lograr el clima de lo que la letra dice en cada momento, hasta que es necesario volver. Sin dudas esto es un reencuentro en donde la libertad que nos dio este pueblo, la calle y la canchita del barrio 9 de julio, que transitamos en nuestras infancias, no se borró para poder decir y hacer lo que nos toca decir y hacer”.
Los cantores invitados en la noche gualeya del 10 de diciembre son: Yamila Cafrune, Mario Suárez, Esteban Sarlenga, Jacqueline Sigaut, Marilina Mozzoni, Juan Villarreal, Agostina Pagella y Damián Lemes. Banda Pueblo: los músicos: Chango Ibarra, Ángel Ponce, Raúl Gutta, Javier Ordoñez y Ovidio Velázquez. Los bailarines: algunas parejas del Ballet Amanecer Gualeyo de Ángel Cichero (Patricia y Oscar: Patricia Milesi y Ángel Cichero), más los alumnos del Taller de Folclore de Cichero; Aranzazú DeLucca Maye y Fernando Martínez; Belén Larrivey; Eugenia Quintana y Javier Garcén. Walter Testa será el encargado de la decoración del salón. Completan la grilla de los músicos intervinientes en Orillas: José Ogivieki, Nicolás Perrone, Jorge Giuliano, Gastón Ibarguren. El valor de las entradas es de 100 pesos (a la venta en 25 de Mayo 1511 o en los teléfonos: 427573 y 15621887).
El Chango Ibarra leyó Orillas, la canción (que habrá empezado por unas primeras líneas de Fabricio, o bien por una de esas músicas guardadas en la memoria y entonces luego vino la palabra). Digo que no es bueno andar preguntando sobre todas las cosas del mundo, dejemos al misterio ser y respirar: “I Transité por olvidadas, anheladas orillas; / fui río y también el sueño de ese río; / fui los pájaros que antes quise ser y no había sido; / fui el llanto contenido de aquellos sauces que no sabían llorar… / De aquellos sauces que no sabían llorar… // II Transité por olvidadas, anheladas orillas; / fui río y también el sueño de ese río; / fui los pájaros que antes quise ser y no había sido; / deambulé por el hastío, cultivé la soledad; / destierro y vela yo fui. / Pero también fui el otro, el que quería. / Tuve la palabra (ella la poesía)”. Y Fabricio Castañeda escuchó. Fue la señal, sucedió: bienvenido Juan L. Ortiz a Orillas; bienvenida la nao a Gualeguay, nuestra ciudad/río; bienvenido el abrazo que cuenta de la unión de voluntades.

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