El Chango Ibarra (el músico) y Fabricio Castañeda (el autor de las
letras) acaban de parir una obra que es, en apariencia, un disco. Digo “en
apariencia” porque la imagen que se desprende de “Orillas” es la de una llave
mágica que sirve para encender en amigable vuelo un aparato artístico, una
especie de nao, quizá como la imaginada por José Saramago en su novela
“Memorial del convento”. Una estructura de arte que viene a posarse sobre el
corazón de Gualeguay, la ciudad/río, el sábado 10 de diciembre en Barrio Norte
(21.30 hs.). Hablo de una suma de voluntades, y de una suma de sintonías
artísticas. El músico y el letrista nacieron un disco: música y escritura, pero
ese disco se transforma en noche de recital y presentación en sociedad, y
todavía más, esa misma noche es velada para bailarines, y aún más, es tiempo
para una muestra de artistas plásticos. Todo en directo, y todos formando el
mecanismo de la nave alumbrada después de la llave mágica creada por estos dos
trabajadores de la cultura: Ibarra y Castañeda. Este convite al arte de muchos,
los aleja de los territorios donde transita el egoísmo, y los acerca, por lo
tanto, al quehacer poético del otro.
Castañeda cuenta detalles del “mientras tanto” de Orillas: “El Chango
tenía algunas melodías en la cabeza y yo algunas letras, empezamos a charlar y
a hacer algunos temas. Fue luego que pensamos en una obra integral con un hilo
conductor. Trabajamos en más de 20 temas, y quedaron 15. Los temas tienen que
ver con Gualeguay, el río y su gente, los trabajadores y sus creadores, y los
oficios, algunos casi desaparecidos. Me gusta, cuando escribo, pensar en el
cantor, pero esta vez el Chango sugirió intérpretes, que nos gustaron mucho, y
yo me encargué de la mayoría. Siempre charlamos y nos pusimos de acuerdo, yo
tenía contacto con algunos de los convocados por mi disco anterior: Milongas
Borgeanas. Pero hubo el caso de Mario Suárez, cantor de Villaguay, que no lo
conocíamos personalmente, y que terminó cantando tres temas. Con Chango nos
manejamos en libertad, los dos atentos a las modificaciones posibles, atentos a
escuchar, porque también están las sensaciones del cantor, la opinión de los
músicos sobre los arreglos. Incluso hay un tema ‘Qué extraño lo que quedó’, que
es una idea de Chango que no sabía cómo plasmar en una letra, y entonces la
trabajé. Estuvimos de acuerdo con el resultado. La canta Juan Villarreal.
Chango venía a casa con la guitarra y me enseñaba sus músicas, y empezábamos a
imaginar los temas. La sensación es que el trabajo fue fluyendo, y logramos
hasta algo superior a lo imaginado”.
Yamila Cafrune y Chango Ibarra |
En referencia a los artistas plásticos, Fabricio refiere: “Se invitó a
colaborar a los plásticos, no podíamos pagar las obras, así que la invitación
era para aportar la obra, que es del autor, para la muestra. Invitamos artistas
amigos, todos aceptaron. Se involucraron; a los que pudimos fuimos a visitarlos
con el Chango y la guitarra para cantarles el tema. Trabajaron con distintas
técnicas. Hay un hombre, Jorge Imán, con más de 80 años, anda con problemas en
la vista y hacía años que no tallaba, y sin embargo, quiso hacerlo y está su
obra. A Atilín Daneri, artista que hacía tiempo no pintaba, le tocó ‘Poblador
de Puerto Ruiz’, ella fue varias veces al Puerto a sacar fotos, a hablar con la
gente; o el trabajo de Martín Lucero, que hizo el tema ‘Ramoncito Muñoz, El
angelito del monte’, que investigó entre los familiares del chico. Todos se
comprometieron, y todos los artistas van a estar el día de la presentación. La
diseñadora del disco es Gisela Beer, también se sumó con muchas ganas al
trabajo: escuchó los temas en directo, habló con los intérpretes, un compromiso
integral”.
Fabricio Castañeda y Pepo Ogivieki |
A continuación el orden de los temas con su intérprete, el artista
plástico y la técnica utilizada: 1.Puente viejo (María Graña) (Cristina Gómez)
(acrílico) / 2.Artesano de tu río (Agostina Pagella y Damián Lemes) (Jorge
Imán) (talla en madera) / 3.Poblador de Puerto Ruiz (Mario Suárez) (Atilín
Daneri) (óleo) / 4.Ramoncito Muñoz, “El angelito del monte” (Esteban Sarlenga)
(Martín Lucero) (lápiz acuarelable) / 5.Orillas (Jacqueline Sigaut) (Quita
Piquet) (óleo) / 6.Encuentro (Karina Beorlegui) (José Espinoza y Pablo Jofré) (fileteado)
/ 7.La tregua (Esteban Sarlenga) (Juana Saldaña) (mosaiquismo) / 8.Tres besos
(Yamila Cafrune) (Liliana Khoury) (collage sobre acrílico) / 9.Zamba para
Helvecia (Juan Villarreal) (Néstor Medrano) (técnica mixta) / 10.Estación
Dolores (Marilina Mozzoni) (Juancho Montefiori) (plumín y tinta) / 11.Angustia
(Hernán “Cucuza” Castiello) (Carla Bur) (tinta y óleo pastel sobre papel
madera) / 12.Qué extraño es lo que quedó… (Juan Villarreal) (Evangelina Pérez) (acrílico)
/ 13.Peón islero (Mario Suárez) (Marta Líbano) (acrílico con espátula) / 14.Gurisito
pescador (Mario Suárez) (Julia Benítez y Malena Albornoz -Cooparte-) (mural
pictórico) / 15.Dulces sueños, Agustín (Marilina Mozzoni) (Facundo Lesso) (acrílico).
Junto a María Graña |
Chango Ibarra habla de Orillas en el estudio de grabación: “Sin dudas
todos los discos son un aprendizaje, más para mí que he aprendido de los
procesos haciendo discos. Orillas tiene la particularidad de ser un disco de
canciones donde el autor y el compositor no cantan sus propias canciones, y eso
ya es un desafío interesante, no solo por coordinar diez cantoras y cantores, y
los horarios, también porque el bautismo de la canción se hizo en el estudio y
con la voz y la interpretación de cada uno de los artistas. En ese sentido fue
revelador y planteó una consigna: cada cantor o cantora elige la que entiende
que es, en ese momento, su mejor
interpretación, y con esa nos quedamos. Ha sido un placer descubrir en el
estudio las voces de tantos, y encontrar, desde la técnica, la manera de captar
fielmente lo que salía de cada uno; eso no es tarea fácil, así que el trabajo
de los técnicos Marcelo Suraniti y Gabriel Biuso ha sido impecable. A la hora
de los músicos, pudimos contar con una base de lujo: Raúl Gutta en la batería y
percusión, Javier Ordoñez en el bajo, Tato Ibarguren en bombo legüero, y Ángel
Ponce en el acordeón. La sonoridad del acordeón predomina en el disco, y de
forma majestuosa de la mano de Ángel. También tenemos de invitado a Ovidio Velázquez
en piano. Gracias a Gabi Biuso sentamos otra consigna: somos personas tocando
nuestros instrumentos, entonces, tienen que estar las respiraciones, los
cambios de registro del acordeón, las sonoridades extras que se generan en la
guitarra, etc., siempre pensando en la música, obviamente, y no entendiéndonos
como máquinas; lo demás puede hacerlo
algún instrumento virtual. Eso ha hecho que sea una música viva, y que el
proceso haya sido muy divertido, intenso y descontracturado”.
Chango y Fabricio |
Descubriendo caminos, cuenta el Chango: “Trabajar con las letras de
Fabricio me llevó a lugares impensados; lo digo por cómo estaban construidas,
si bien hay una zamba y una chacarera que llevan una estructura bien definida,
con el resto me manejé con mucha libertad a la hora de no atarme a estructuras
preestablecidas como estrofa, estrofa, estribillo. Eso hizo que me fuera
siguiendo cada palabra hasta llegar a resultados de canciones que se cantan una
sola vez como si fueran casi poema; otras con algunas partes instrumentales al
principio y al final; también canciones que se van sucediendo sin repetir
partes, tratando de lograr el clima de lo que la letra dice en cada momento,
hasta que es necesario volver. Sin dudas esto es un reencuentro en donde la
libertad que nos dio este pueblo, la calle y la canchita del barrio 9 de julio,
que transitamos en nuestras infancias, no se borró para poder decir y hacer lo
que nos toca decir y hacer”.
Los cantores invitados en la noche gualeya del 10 de diciembre son:
Yamila Cafrune, Mario Suárez, Esteban Sarlenga, Jacqueline Sigaut, Marilina
Mozzoni, Juan Villarreal, Agostina Pagella y Damián Lemes. Banda Pueblo: los músicos:
Chango Ibarra, Ángel Ponce, Raúl Gutta, Javier Ordoñez y Ovidio Velázquez. Los
bailarines: algunas parejas del Ballet Amanecer Gualeyo de Ángel Cichero
(Patricia y Oscar: Patricia Milesi
y Ángel Cichero), más los alumnos del Taller de Folclore de Cichero; Aranzazú
DeLucca Maye y Fernando Martínez; Belén Larrivey; Eugenia Quintana y Javier
Garcén. Walter Testa será el encargado de la decoración del salón. Completan la
grilla de los músicos intervinientes en Orillas: José Ogivieki, Nicolás
Perrone, Jorge Giuliano, Gastón Ibarguren. El valor de las entradas es de 100
pesos (a la venta en 25 de Mayo 1511 o en los teléfonos: 427573 y 15621887).
El Chango Ibarra leyó Orillas, la canción (que habrá empezado por unas
primeras líneas de Fabricio, o bien por una de esas músicas guardadas en la
memoria y entonces luego vino la palabra). Digo que no es bueno andar
preguntando sobre todas las cosas del mundo, dejemos al misterio ser y respirar:
“I Transité por olvidadas, anheladas orillas; / fui río y también el sueño de
ese río; / fui los pájaros que antes quise ser y no había sido; / fui el llanto
contenido de aquellos sauces que no sabían llorar… / De aquellos sauces que no
sabían llorar… // II Transité por olvidadas, anheladas orillas; / fui río y
también el sueño de ese río; / fui los pájaros que antes quise ser y no había
sido; / deambulé por el hastío, cultivé la soledad; / destierro y vela yo fui.
/ Pero también fui el otro, el que quería. / Tuve la palabra (ella la poesía)”.
Y Fabricio Castañeda escuchó. Fue la señal, sucedió: bienvenido Juan L. Ortiz a
Orillas; bienvenida la nao a Gualeguay, nuestra ciudad/río; bienvenido el
abrazo que cuenta de la unión de voluntades.
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