domingo, 16 de octubre de 2016

Vicente Cúneo en el Quirós

Fue motivo de alegría enterarme de que el 13 de octubre inauguraba el artista plástico, y amigo, Vicente Cúneo, en la Casa de la Cultura Museo Quirós. Es saludable que un hijo de la ciudad/río sea bien recibido en casa. Es saludable, además, que en casa se reconozca el trabajo a conciencia de uno de sus artistas destacados. Aceptar el convite de la damisela arisca del arte, lleva una vida, y en ese mientras tanto no hay diploma que sentencie la suerte de lo seguro; en este caso, Vicente fue de cara al viento Entre Colores y Trazos (así se titula esta muestra) y asumió el riesgo, y entonces este hombre salió triunfante, fue fiel a ideas y sentires, y luego fue, siguió siendo, un hombre simple que pinta -lo intenta cada vez- su aldea y su gente.
Pensé: Vicente Cúneo vuelve al Quirós, pero por las dudas, pregunté qué le significaba colgar una muestra en este espacio de Gualeguay: “No había tenido la suerte de exhibir lo mío en el Museo Quirós. Es emocionante, un honor y una responsabilidad muy grande. Agradezco profundamente a todos los que lo han hecho realidad, desde el Intendente Municipal hasta el más humilde de los empleados del municipio. Encontré la apertura, la amabilidad, la actitud que se necesita para el logro, y destaco fundamentalmente a quien está al frente de la institución: Néstor Medrano, quien junto a Maxi Crespo y a Nico Britos, todos amigos, me facilitaron lo indispensable para estos casos. Opino, y sin temor a equivocarme, que esta sala nuestra es uno de los pocos lugares de la provincia tan adecuado, cómodo y espacioso, para exponer. Sé que Gualeguay cuenta con varios lugares de prestigio, y eso conmueve; no desestimo ninguno, pero este tiene un valor histórico enorme: nada más y nada menos que la herencia del genial pintor gualeyo que trascendió al mundo”.
Consulto por la razón del título de la muestra: “Entre colores y trazos”: “El título conforma la síntesis de la expresión que contienen aproximadamente cuarenta cuadros. Mi existencia gira y gira entre la posibilidad de mezclar colores y de extender trazos. El ‘entre’ me gustó como parte de ‘entrerrianía’ primero, y como invitación después, para quien observa: que ‘entre’ en mi mundo que es el suyo; ofrezco la posibilidad de identificarnos, de encontrarnos, que entre y transite los claroscuros, los matices, los trazos, las líneas, los contrastes, los pasajes… Este conjunto de dibujos y pinturas de diversas épocas busca recoger opiniones de la gente que se acerque deseosa de dar una mirada al trabajo. Por eso celebro la ocasión que se da de presentar esta variada producción artística. En cuanto a las obras hay variedad de técnicas en los trabajos, unas recientes, de exploración de planteos visuales modernos, y otras de décadas pasadas, recicladas o expuestas por primera vez”.
Influjo
Luego de haber charlado bastante con Vicente sobre sus orígenes en la plástica, su camino recorrido, sus maestros y amigos, destaco su amistad con la palabra, es siempre un placer escucharlo. Quise saber de qué manera transita su arte en la actualidad: “Debo definirlo como un momento de madurez, no solo por la edad alcanzada, sino por la producción. Me doy cuenta de una marcada, clara y concluyente definición en la temática que abordo con entusiasmo y que tiene que ver con mi lugar. Mi existencia ha transcurrido en este entrañable Gualeguay y su entorno provincial; de eso me nutro, de su paisaje, de su gente, de estas aguas, verdores y cielos. Aquí están mis seres queridos, aquí me sostuvieron y encaminaron mis ancestros, a ello me debo, y ojalá este humilde mensaje que elaboro entre formas y colores pueda servir para devolver en parte tanto de lo que me fue dado. Dentro de esta temática bien precisa entonces, mientras Dios me de vida y salud, seguiré explorando, tratando de encontrar para encontrarme; es decir, hurgar en las posibilidades que brinda el arte para poder construir el mensaje, la expresión a compartir con mi gente. La plástica es un medio de comunicación, de ella me valgo para decirle a los demás cuánto me conmueve y obliga todo lo nuestro”.
Los changarines
Pregunto al artista si tiene una receta en el momento de trabajar: “Receta, fórmulas, modelos, en mi caso soy un convencido de que no van de la mano del trabajo creativo que uno se propone. Las ansias, las ganas, el deseo de dibujar, de pintar, que a veces obsesiona, comienza en una idea, y ese momento genera la labor. Y sucede muchas veces que la libertad, la voluntad, el albedrío definen un trabajo que nada tiene que ver con lo proyectado en un principio. Hasta los materiales muchas veces se determinan ahí. Esto es lo lindo y también lo vivo, la esencia, el núcleo de la cuestión. Marcarse estrictamente lo que uno va a hacer es enfrascarse en una labor tediosa, pesada, casi aburrida. Está bueno ir avanzando, concretando con lo que surja: pongo este color acá, le agrego esta figura aquí, oscurezco esta parte, saco esto otro, lo completo ahí con… Lo miro, lo vuelvo a mirar desde otro ángulo, lo dejo, lo retomo con nuevo impulso, en fin, vas definiéndolo en ese único e irrepetible momento de tu labor. Lo hablábamos mucho con Cachete González, Derlis Maddonni, Antonio Castro. Me parece muy importante, muy significativo el sueño fugaz o persistente, fruto de la observación y de la sensibilidad puestos de manifiesto ante un tema cualquiera; responder a ello con un trabajo tenaz, constante, de búsqueda insaciable, vendría a ser el motor que impulsa a andar caminos en lo artístico. Por lo tanto, diría: no hay receta, hay trabajo y ojalá, como dijera Pablo Picasso, la inspiración te sorprenda trabajando”. Queda claro, Vicente hace de la libertad, precisamente, su receta, basada siempre en el encuentro con sus almas.
Me digo: una sorpresa que esta sea la primera vez de Vicente en el Quirós, y entonces, otra vez el apellido del maestro; pregunto: ¿qué me decís de Quirós, “el pintor de los gauchos”?: “Me he introducido, toda vez que he podido, en el enorme placer que me produce conocer la vida y la obra de Cesáreo Bernaldo de Quirós, cómo no… e inevitablemente termino coincidiendo con los expertos que señalan esta genial serie de los gauchos como el mayor exponente artístico en toda su enorme producción. He ‘devorado’ bibliografía con avidez, y su obra en vivo en el museo Pedro Martínez de Paraná. Mi padre me contaba, hace ya tiempo, ante mi asombro, haberlo visto pintar en la estancia de Médanos, El Palmar; haber visto esos incomparables personajes autóctonos que abundaban en su época y que posaban para él. Es sin duda uno de mis pintores preferidos, por su temática, ‘pinta tu aldea y serás universal’ anotó Tolstoi, él la hizo realidad en sus cuadros, y por todo lo que transmite transitar su mundo maravilloso, único. Ver una obra suya sensibiliza, deslumbra y obliga a encarar con nuevas ansias la realización pictórica. Por el valor enorme que posee su figura, por el grandioso caudal de su pintura, por su vida dedicada de lleno al arte, es para mí realmente conmovedor hacer uso del espacio que lleva su nombre”.
Zapukay
La muestra de Cúneo inauguró el 13 de octubre, el mismo día en que comienza el primer encuentro de escultores en Gualeguay. Siempre me ronda la pregunta a los hacedores: siendo Gualeguay la capital de la cultura de la provincia: ¿qué pensás sobre esta distinción?: “Me parece un acto pleno de justicia. He tenido la suerte de caminar por diversos lugares dentro y fuera de la provincia con mis dibujos y pinturas; al hacerlo me toca recoger de la gente el reconocimiento, el respeto, la consideración y la admiración cultural que se desprende al nombrar a Gualeguay. Es una suerte sentirse parte de ese prestigio, de cosechar los frutos que grandes creadores han dejado en diversas manifestaciones de la labor humana, más que nada en lo artístico. No doy nombres por temor a la injusticia del olvido, los conocemos bastante bien y si no, están ahí, a la vista, en el excepcional mural que en las paredes de la Unidad Penal nos convoca a no olvidarlos, y a saber quiénes son los dueños de esa distinción. Entiendo que debemos ser nosotros los portadores y custodios de ese estandarte que nos da orgullo y nos identifica”.
Los tobianos
De momento el artista plástico está alejado de la enseñanza, no está dando talleres de pintura. Hoy elige sus tiempos y prioridades este maestro de escuela rural que supo andar de guardapolvo blanco en las islas.
Siempre recuerdo una parte de una entrevista hecha al escritor Juan José Manauta. En ella, el Chacho se preguntaba y le preguntaba a su entrevistador cuál era la razón para que de esta ciudad hayan salido la cantidad de hacedores de arte que construyeron la historia grande de su cultura. Y recuerdo que la primera vez que hablé con Vicente, le hice la misma pregunta. ¿Sabía acaso cuál era la razón misteriosa para tanto poeta, plástico, músico, etc.? Fue cuando este señor se tomó un momento para pensar y me confió algo que repito –desde ya que citando la fuente- cada vez que alguien plantea el interrogante. Me dijo Vicente: “Por suerte en Entre Ríos tenemos a cada metro, cuando no es un arroyito, una laguna, un estero, el río, y entonces tenemos el cielo doble, cómo no vamos a ser inspirados para el arte”. Porque es un buen tipo, lo hizo extensivo a toda la provincia, al final de cuentas, la cuna de su aldea.

Vicente Cúneo, entonces, desde el 13 de octubre por primera vez en el Quirós.

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